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Gigantes de mirada gris


Yo no soy de las que presta mucha atención a los sueños, pero os quiero contar que hace un par de despertares me levanté desorientada y aturdida, tratando de ajustar los colores a mi mirada, como si de un televisor antiguo se tratara, de esos que sólo encuentras en casa de los abuelos... Agobiada y sin respuestas intenté darle sentido a lo que me estaba pasando, hasta que en un flasback desesperado reconocí el sueño del que me estaba despertando. Y voilà, allí estaba yo, escapando de un mundo gris, somero y anodino, con gente gris, de alma gris. Pero lo curioso es que por más que trato de indagar en ese sueño, lo único que percibo es el recurrente escalofrío que azota mi alma cada vez que intento entender el significado de ese…gris.

Obviamente a estas alturas no voy a psicoanalizarme, ya que, cómo diría mi marido, ni el mismísimo Freud me entendería… pero tengo que reconocer que soy de mente curiosa e inquieta a la que le da mucho pavor la monotonía y encuentra en la originalidad los matices más bellos de esta vida.

Y aunque pareciera que en estos días se valora lo original y auténtico, lo cierto es que constatemente somos influenciadas por gigantes de mirada gris, que vestidos de mediocridad, de envidia y del qué dirán, anulan nuestros intentos de resaltar y de hacer nuestros mundos a nuestra medida y no a la de los demás.

Pero recuerda que ante tales influencias sólo nos quedan dos opciones: ser meras “copias grises”, adornadas, maquilladas y bien vestidas, mimetizando perfectamente con el paisaje de nuestra sociedad, o plantarle cara a esos gigantes siendo valientes, auténticas y sobre todo originales. Sinceramente no me imagino a Dios creando mi mundo con retales de otros mundos y sólo siendo yo misma seré capaz de ser su imagen “pura ”, “original” y “perfecta”.

TEXTOS DE REFERENCIA:

Efesios 4:24 y os vistáis del nuevo hombre, el cual, en la semejanza de Dios, ha sido creado en la justicia y santidad de la verdad.

Salmos 8:3-8

Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú has establecido, {digo:} ¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes, y el hijo del hombre para que lo cuides? ¿Sin embargo, lo has hecho un poco menor que los ángeles, y lo coronas de gloria y majestad!

2018 ©iwomaninternational


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